sábado, 26 de noviembre de 2011

4.

Confieso que siempre me han gustado los libros de Harry Potter, aunque se que con esta confesión sumado al hecho que veo a la gente que está tiesa en sus baúles me relega al último eslabón de la cadena evolutiva social, pero sí, me fascina, desde que descubrí esos libros cuando tenía 9 años fueron algo así como mi salvavidas personal y único, ¿qué importaba ver fantasmas si tenía El Cáliz de Fuego recién comprado en mis manos? Me gustaba porque en ese mundo de fantasía todos podían ver a los fantasmas, así que me gustaba imaginar que yo era una de esas estudiantes del colegio de magia y mi “don” ya no era nada fuera de lo común, yo en el mundo de J.K. Rowling sería una más, que cool ¿uh?

Y se podría decir que nunca dejé de leer los libros y hasta ahora cada vez que tengo la cabeza muy llena de mierdas pesco uno y me lo devoro a manera de olvidar que existo y que hay una chica muerta de 20 años esperando en la calle bajo mi edificio. Resulta que siempre que me pasan cosas buenas (como sobrevivir a mi segunda semana de escuela de manera asombrosa y casi anónima) a la par tiene que pasarme algo malo, más o menos así funciona el karma, mi karma, descubrí que soy de las personas que llama a la mala suerte como si tuviese un imán en mi espalda, y todo pasó ayer, cuando llegaba de mi segundo viernes escolar en Chicago, mientras buscaba las llaves para abrir el portón sentí el desconsolado llanto de una chica, como era de esperar no pensé que podría tratarse de un muerto, ya saben, la chica lloraba mucho y bueno, que se yo…. la Sor Teresa de Calcuta que habita en mi me obligó a ir a ver si podía ayudarle en algo, entonces pasó lo que siempre pasa cuando meto la pata a fondo: abrió los ojos, me miró como si tuviese tres cabezas y pronunció la frase del terror número tres: Puedes verme…

Resulta que ser fantasma no es nada de fácil, es casi una cosa que requiere práctica y esfuerzo personal (aunque cueste creerlo, los muertos siguen esforzándose en cosas, lo cual por cierto no es nada alentador, sobre todo cuando mi abuela materna me repite siempre la frase de “podrás descansar cuando mueras”, a veces me dan ganas de rebatirle aquello, pero entonces tendría que entrar a explicarle que hablo con los muertos, entonces todo sería un lío), volviendo al punto, generalmente los fantasmas novatos no pueden ser vistos por la mayoría de las personas, son los fantasmas más… “experimentados” los que controlan eso de ser vistos en el plano terrenal a gusto, y digo generalmente porque siempre hay superdotados que apenas horas de muertos pueden controlar eso de ir a visitar a su ex novio y hacerle el susto macabro de sus vidas.

Retomando la historia de la chica que lloraba histéricamente, apenas dijo la típica y horrorosa frase que siempre me traía problemas, sucedió lo esperable: la chica entró en más pánico. ¿Cómo tranquilizar a un fantasma en medio de una calle transitada de Chicago? Tuve que arreglármelas para hacerla entrar al jardín de mi edificio y sentarnos ambas en una banca lo más alejada de la calle y las entradas de los conserjes.

- Tú puedes verme… ¿por qué ellos no?

- Porque estás muerta.- Voilà, era siempre mejor ser directos con eso de decirles la verdad, había descubierto que me ahorraba al menos un par de días creyéndome psicóloga de fantasmas.

- Lo se…

- Genial… quiero decir, no es genial que hayas muerto, lo genial es que lo sepas…

- ¿Por qué estoy aquí?

- Tú dime…- repliqué mirándola.- ¿Cuándo pasó?

- No lo se… hace un par de días creo, desde entonces he estado deambulando y…

Entonces me fijé en su mano.

- ¿Ibas a casarte?

Asintió y una nueva oleada de llanto la invadió. Horror. ¿Cómo lidiar con una prometida muerta?

- El próximo miércoles a nos… nos… cas… cass… casaríamos…- dijo entre hipidos espantosos.

- Vale… ¿Y dónde?

- En… en…

- Ok, luego vemos ese punto.- dije tratando de hacerle hablar lo menos posible.- Este es el asunto, eres fantasma por una razón, tienes algo pendiente…

Me miró como si yo le hubiese dicho algo demasiado bizarro de escuchar, ¿qué más bizarro que estar muerta y ser sólo vista por una chica de 16 años? Esa novia debía ordenar sus prioridades de asombro.

- ¿Qué no es obvio? ¡Iba a casarme! – dijo de pronto entrando en un nuevo ataque de llanto histérico; rodé los ojos, eran las cinco de la tarde, estaba cansada y lo único que quería era darme un baño y morir en mi cama, pero no, estaba con una chica muerta que iba a casarse con apenas 20 años y que lloraba más que todas mis primas juntas (y ellas sí que eran lloronas).

- ¿Algo que quieras decirle a tu prometido?

- Que lo amo.

- Me refiero a algo no obvio, algún secreto, algo que debías pasarle, no se…

Se quedó muy silenciosa, pensando… bufé y miré alrededor para darle tiempo a pensar, generalmente los fantasmas nunca son muy listos con eso de descubrir lo que dejaron pendiente, aunque parezca idiota, no lo es, la mayoría tarda mucho (incluso años) en descubrir el motivo del por qué están atrapados aquí en la Tierra cuando deberían estar en… bueno… que se yo, ¿el cielo?

- No lo sé…

Tuve que aguantarme el bufido de obviedad al respecto.

- Vale, piénsalo, mañana hablamos…

- ¡Hey! Pero… ¡Hey! ¿Te vas? – me volteé sólo porque su voz sonó excesivamente triste y desesperada.

- Mira, tengo una vida, de hecho tengo hambre porque no almorcé y deseo dormir unas diez horas…

- Pero…

- Mañana te espero aquí mismo a las tres de la tarde, ¿vale?

- ¿Y qué hago hasta entonces?

- Pues no se… ¿leer un libro?

- ¿Chris me verá?

- ¿Quién?

- Mi prometido…

- Ah…- la miré, lucía compungida y triste, no quería sonar como una tirana pero es que realmente los fantasmas me sacaban de quicio, incluso las novias desdichadas. – Puedes intentar hacer que te vea… pero trata que no sea algo muy dramático o le podrías provocar un infarto…- pareció realmente alarmada con esa información- Y trata que esté solo… y procura que no sea de noche, de hecho ahora mismo sería un buen momento para tratar de hacer que te vea, te digo desde ya que puede que no tengas mucha suerte…

Me miró nuevamente con esa expresión como si yo tuviese tres cabezas o nariz de puerco o algo así.

- ¿Por qué sabes tanto?

- Porque es mi trabajo, adiós.

Fantasmas en los pies de mi edificio, justo lo que necesita todo adolescente para sentirse en calma en sus primeras semanas de escuela. Y nos reunimos el sábado, pero resulta que Karen –ese era su nombre- no había podido descubrir su “asunto pendiente” aún, y además su prometido no había logrado verle ni un pelo por lo que esa tarde andaba más llorona e histérica que nunca.

- Crees que si tú hablas con Chris…

- Olvídalo.- dije inmediatamente. No, no y no. Ya había intentado la técnica de ir a la casa del vivo a decirle “hey, mira, soy medium y resulta que tu hermana muerta quiere comunicarse contigo”, ya había pasado por el episodio de ser arrestada por allanamiento de morada (más bien de porche) y mis padres me habían castigado por dos meses y había pasado cuatro más en el psicólogo.

- Pero es que…

- Karen…- dije perdiendo la paciencia.- Si tú no eres capaz de saber cual es tu asunto pendiente yo no te puedo ayudar, no me pidas ir a hablar con Chris si no tengo nada concreto que decirle o pasarle, o quizás incluso tu asunto pendiente ni siquiera sea con Chris y sea con alguien más, ¿tu madre? ¿tus hermanos? ¿algún amor del pasado?

Negó con la cabeza vehementemente y yo me di por rendida.

- Lo siento, Karen pero no puedo ayudarte, al menos, no aún…

- Pero…

Pero resulta que ella no había abandonado el edificio desde entonces, la podía ver desde mi quinceavo piso con mis binoculares, seguía en la misma banca sentada horas y horas, días y días y el salir y entrar en mi edificio se estaba convirtiendo en una odisea digna de una película de James Bond para que la prometida muerta no me viese. Para el Jueves de la semana siguiente (mi tercera semana de escuela por cierto) ya me encontraba con los nervios de punta completamente, me había leído todos los libros de Harry Potter y tenía “El prisionero de Azkaban” en la mochila para casos de estrés en lugares que no fuesen mi casa, el punto es que parecía no funcionar, el que el fantasma de una chica te acose y el nivel de las asignaturas en tu nueva escuela sea como para prepararte a entrar a Harvard era demasiado para mi, por eso a la hora de almuerzo me fui a los patios de atrás, necesitaba soledad, necesitaba paz y por sobre todo necesitaba hacerme creer que podría controlar todo lo que me estaba pasando.

Me senté en una banca bajo un enorme árbol y saqué de mi mochila el libro de Harry Potter y el sándwich de queso, jamón y lechuga que me había preparado a la rápida antes de salir de casa, apenas había dado el primer mordisco mientras observaba las salas en la lejanía cuando una voz me sobresaltó.

- ¿Harry Potter? – en un ademán rápido le arrebaté el libro y lo guardé en la mochila.- Vaya… no pareces de las chicas que leen al chico con gafas.

- ¿Ah no? ¿Y qué parezco?

- ¿Tengo que responder a ello?

¿Por qué Ian tenía que aparecer en el peor momento a fastidiarme?

- No estoy de humor.

- Ya lo se…- lo miré confundida- Tu ceño fruncido me lo dice… - hice una mueca.

- ¿Qué haces aquí de todos modos? Esta es la hora de almuerzo.

- ¿Y qué haces tú aquí?

- Como y me disponía a leer… sola.

- Auch. ¿Es la directa frase para que yo me vaya?

- ¿Qué quieres?

- ¿Debería querer algo? – preguntó sentándose al otro extremo de la banca. Me miró con sus brillantes y astutos ojos grises.- ¿Mucho estrés en las clases? Siempre podría robar un examen por ti si me lo pidieras…- lo miré y por poco me ahogo con un trozo de pan que masticaba en ese momento.

- ¿Estás loco? ¿Quieres que nos expulsen?

- ¿Te importaría ser expulsada… otra vez? – me sonrojé.

- ¿Y tú cómo sabes eso?

- ¡Lo sabía! – dijo triunfante y entonces me supe derrotada, él realmente no lo sabía antes, me había logrado sacar verdad muy astutamente.- ¿Y se puede saber por qué te expulsaron?

- No.- respondí mirando al frente.

- Oh vamos, Aria…

- Eres realmente… odioso ¿lo sabías?

- Sí. ¿por qué te expulsaron?

- Por matar a alguien.- respondí.

Entonces no pasó lo que esperaba, no hubo una risa irónica después de mi comentario, miré a Ian y me observaba con la quijada tiesa y entonces supe que había dicho algo malo. Se puso de pie y por inercia yo también lo hice.

- Ian…

- Olvídalo.

- Yo lo…

- No, no lo sientas…

Lo último que vi fue nuevamente su espalda, y ese caminar rápido donde expelía seguridad y algo más… esa sensación de comerse al mundo… aunque esta vez además de ello pude leer algo más… algo que me supo muy parecido a la ira.

7 comentarios:

  1. Me encanta, me he leído todos los capítulos y estoy mas que enganchada, ya quiero nuevo capítulo, es demasiado viciosa, me encanta, espero que tus musas no se vayan porque esta historia ME ENCANTA. Nos leemos pronto!!!!

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  2. uii capitulo es mas interesante y me dan ganas de seguir leyendo, me encanta el misterio de Ian. nos vemos att: Paola Andrea A...

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  3. Pobre Arian! Tiene qe lidiar con fantasmas locos! Ian no tiene sentido del humor; Qe exagerado :P . Bueno como veras me encanto el cap! Te juro qe me estoy obsesionando con tus historias! Sigue asi! Cuidate mucho Magda!

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  4. pobre Aria, tras de que tiene q lidiar con la temperamental novia fantasma, resulta q termina mas estresada por su pequeño altercado con el enigmatico Ian. a decir verdad me intriga mucho, saber si si o si no es Ian un fantasma, pues hasta ahora la unica interaccion q han tenido ha sido en momentos en los q no hay nadie mas.
    Entonces como saber si el es o no realmente un fantasma? en fin
    me encanta como va todo y espero con ansias el siguiente capitulo!!!

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  5. Genial! muy buena historia.. me acabo de leer todos los caps! esta buenísima! sigue sigue! ah y por cierto te tengo en fb así que sigue comentando ahí cuando subas un cap nuevo profis xD

    Me gusta tu estilo para escribir! nos leemos :)

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  6. La verdad ya me estoy enviciando con esta historia, me gustaria saaber porque se enojo Ian con Arianne. LA verdad es que esta muy interesante la historia espero que la continues :D

    atte: aLeirBagPotteR

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  7. O_- Uy!, pobre Aria! cuántos problemas está pasando ella!!, pero ese final no tiene precio!!, me dejó perpleja!...Ian me recuerda cada vez más fervientemente a alguien...mis conjeturas parecen encaminadas(?)...me intriga demasiado la situación...Voy a seguir leyendo para seguir desentrañando este misterio..
    Gracias por el capítulo!!!...

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