jueves, 1 de diciembre de 2011

6.

Creo que nunca antes había llegado tan temprano y ansiosa a un lunes de escuela, había puesto mi despertador quince minutos más temprano e incluso le había dicho a Max que me despertase en caso que el aparatito no lograse sacarme de la cama, así que sí, faltaban quince minutos aún para entrar y yo llevaba ya unos cinco paseándome por los pasillos buscando a Ian, sí, por alguna razón continuaba sintiéndome mal por nuestro último encuentro y me repetía una y mil veces que lo mínimo que podía hacer era disculparme con él, ¿por qué? no lo tenía muy claro pero para variar en mi, había metido la pata en algo.

Salí al patio y entonces lo vi, sentado junto a todo un grupo de chicos en la pileta en medio del patio, él no me había visto aún, había tanta gente a su alrededor que el impulso de hablar con él desapareció súbitamente dejando en mi mente una estela que me susurraba algo muy parecido a “cobarde”. Hice una mueca mientras me ajustaba los arciales de la mochila, no, no podía acercarme a él, no cuando habían tantos chicos ahí, era un desastre entablando conversación en grupos grandes y eso sumado al hecho que lo que quería era disculparme, probablemente si me acercaba a ese lugar lo único que saldría de mi boca sería un chillido de ave moribunda.

Retrocedí todo el camino y volví a ingresar al pasillo, lo mejor sería hablar con él en otro momento, ya había sucedido cuatro veces eso de encontrármelo solo –no, no es como si las hubiese contado y detallado-, lo más probable es que pudiese encontrármelo nuevamente por ahí. Miré mi reloj y recordé que tenía mi libro de Álgebra en el casillero, comencé a caminar más rápido, sería un fiasco si nuevamente llegaba atrasada a la clase del señor Roberts, la excusa de ser nueva ya no me serviría, era mi cuarta semana en Creeks, se suponía que ya me conocía la escuela de memoria… casi.

Llegué a mi casillero, lo abrí con rapidez y entonces un sobre negro cayó a mis pies, un sobre negro que alguien había dejado en mi casillero… como era de esperarse la paranoia me poseyó, miré a lado y lado en el pasillo lleno de estudiantes mientras me agachaba a tomar el sobre entre mis manos, ¿sería una mierda de broma por ser nueva? oh, dios, ¿se habrían dado cuenta ya que existo? Con las manos temblorosas (sí, dije antes que la paranoia me poseyó y eso nunca es bueno) abrí el dichoso sobre y vi un papel blanco doblado, lo abrí y entonces sentí mi estómago revolverse ante la única palabra escrita ahí, con mayúsculas y marcada a plumón: PERRA.

Doblé la hoja, la metí al sobre y la guardé en mi mochila a la velocidad de la luz, saqué mi libro de Álgebra y caminé como una flecha hacia mi primera clase. En realidad no era novedad que aparecieran sobres en mi casillero, como dije antes en mi anterior escuela ya era considerada una rara, y aclaro, una freak pero nunca una “perra”, es decir, vamos, ¿alguien como yo flirteando con alguien? ¿alguien como yo atrayendo a un chico? Lo máximo que había logrado atraer en mis 16 años había sido al hurón de Matthews Mccandless, y no, no estoy llamándole hurón a Matt, estoy diciendo que su mascota parecía tener una obsesión conmigo, aún recuerdo ese tedioso trabajo de Literatura que me obligó a ir a su casa por dos semanas y soportar a su mascota pegada en mis piernas como si tuviese un imán.

“Freak”, “Retrasada”, “Autista” y un montón de apodos más lanzados en mi casillero en mis anteriores escuelas, todos esos aceptados con dignidad, en cierta forma sí, era una freak, ¿desde cuando ha sido normal hablar con los muertos? pero nunca me habían llamado “perra” y menos en mi cuarta semana de escuela. Pasé la clase de Álgebra en un universo demasiado lejano, el dichoso sobre parecía quemar en mi mochila y en mi cabeza, ¿por qué alguien ya parecía odiarme? Comencé a hacer un recuento de todos mis actos desde que había puesto un pie en Creeks, recordé haber estado hablando unos diez minutos con el inspector, ¿habría alguna chica detrás de él? No, eso era improbable, el sujeto tenía la misma cara que un gremlin, luego había ido a secretaria, había aparecido Ian, luego había tenido mi clase de…

Ian.

¡Ian!

¿Y si una chica me había visto hablando con él y por eso me odiaba? Eso era casi imposible, todas las veces que habíamos hablado habíamos estado solos… ¿Y si nos habían visto de lejos? ¿Con qué otro chico había hablado durante mis semanas en Creeks? Sólo él, Patrick, ese anteojudo de Biología cuyo nombre no recordaba, William de Artes pero era gay, me lo había dicho Leighton… ¿y si un chico era el que me enviaba la nota por haber halagado el dibujo de William en la última clase? Había oído que los chicos gays eran los más fieros con eso de defender “lo que es suyo”, aunque no era un pensamiento que me convenciera demasiado. ¿Alguien más? Nadie… Sentí mi estómago retorcerse ante la casi constatación que lo más probable era que si el mensaje era por haber “flirteado” con un chico se tratase de Ian. ¿Y si tenía novia? No supe por qué esa idea sonó tan increíblemente molesta en mi cabeza.

Vino el receso y luego Química y luego Historia, donde Leighton se sentó a mi lado como ya comenzaba a hacerse costumbre, Patrick lo hacía al otro lado del pasillo, paralela a Leigh, así que en cierta forma estábamos los tres.

- ¿Qué te dio Reeds en Química? – preguntó ella arrugando el ceño- a nosotros la cabrona de Gilbert nos tiró ya dos trabajos para las próximas dos semanas, ¿cierto Pat? – el aludido asintió con la cabeza mientras sacaba los libros de su mochila.

- Nada, apenas ha fijado una prueba… - respondí. Leighton bufó.

- ¿Ves? – preguntó mirando a su amigo- Te dije que habíamos quedado en la clase cabrona, esto es tu culpa…

- Yo no te obligué a tomar con Gilbert…- respondió tranquilamente Patrick mientras escribía algo en su cuaderno, me reí al verlos a ambos.

- Bah, ¿y quién me ayudaría a pasar Química?

La conversación quedó ahí y mientras el maestro de Historia parecía entretenido ordenando su maletín supe que era mi oportunidad.

- Oye, Leighton… - dije bajito, sólo para que ella me oyese.

- ¿Uhm? – abrí mi mochila, saqué el sobre y se lo tendí por debajo de la mesa, ella captó la indirecta y sacó el papel disimuladamente, observé su rostro al leer el contenido antes de cerrarlo rápidamente y pasármelo.

- Estaba en mi casillero hoy, ¿tienes alguna idea de quién pudiera ser?

- Pero que perras…- comentó- Perras o perra la que te escribió eso, además ¿tú? ¿perra? ¡pero si con suerte has hablado con Patrick! – exclamó haciendo que me sintiera entre aliviada e insultada.

- Bueno, también he hablado con…

- Supongo que pudo haber sido Elizabeth…

- ¿Quién? – dije mirándola interesada.

- Ya sabes, aunque no se note que es “popular” es la capitana de las porristas, podría ser ella, se que en el fondo le gusta sentirse que domina algo, aunque en esta escuela nadie las quiere mucho a las porristas… ni tampoco a los cabezas de balón…

- ¿Entonces crees que pueda ser ella?

- No se me ocurre alguien más… es decir… bueno, también algún bromista que sólo quería hacerte sentir mal… - nos miramos unos segundos- ignóralos, Aria, supongo que en tu anterior escuela también estaban los típicos abusones que gastaban bromas a otros.

Asentí. No le quise contar a mi nueva amiga que en mi antigua escuela conocía demasiado bien a esos abusones gasta bromas. La clase pasó lenta y tediosa, quizás todo se debía a que esperaba con demasiadas ansias la hora de almuerzo, donde si tenía suerte podría encontrar a Ian solo y… Detuve el pensamiento en esa parte y lo pensé mejor, ¿y si efectivamente todo eso era por Ian? No era lo más inteligente hablarle en medio de la cafetería cuando todos podrían estar viéndonos… Bufé, y salí rápido de la sala apenas sonó el timbre.

- ¿Dónde vas? – preguntó Leighton al verme caminar hacia el otro lado del pasillo.

- Tengo que ir a secretaria.- mentí- los veo luego…

Comencé a caminar y me dirigí sin escala hacia uno de los patios traseros, dos veces había visto a Ian por esos lugares, quizás si tenía suerte… Agradecí el haber llevado uno de esos sándwiches gourmet que mamá preparaba y dejaba en la nevera para que yo sacase en cualquier momento, en teoría esos no debían ser mis almuerzos, sólo mis colaciones, ¿les hablé de eso que mis padres tienen todo un plan para hacer que deje de tener apariencia enclenque y debilucha? se que mamá tiene la esperanza que engorde unos 8 kilos más y deje de parecer tan desnutrida, lo cual por cierto no es porque no coma (amo comer, vamos, que mi madre es chef, ¿en serio piensan que soy de las que cuenta calorías?), la cosa es que como guinda de la torta de mi mal karma, sucede que aunque coma sigo pareciendo un pollo desplumado y no hay forma de ver curvas en donde las debería tener una chica de 16 años. Además de todo eso que les he contado de mi vida, se suma el hecho que no soy una adolescente sexualmente atractiva, ¿genial, no? soy algo así como el condensado de la chica freak, sólo me faltan los anteojos y los braquets y con eso completo el pack.

Me senté en la misma banca y saqué mi sándwich de lechuga, salmón ahumado, pasta de… algo raro y otra cosa rara más (dije que era gourmet y hecho por mi madre) y comencé a comerlo, sí, con una lentitud un poco fingida, no es como si esperase que alguien apareciera en ese momento. El punto es que me terminé el sándwich y continuaba sola bajo el árbol, me sentí un poco estúpida así que saqué mi mochila y el dichoso sobrecito que me había arruinado mi mañana de día lunes, miré la palabra y las letras negras.

- ¿Hoy no hay libros de Harry Potter? – preguntó una voz a mis espaldas. Me volteé rápidamente y lo vi ahí, apoyado en el tronco del árbol, mirándome fijamente.

- No.

- Lástima, te lo iba a pedir prestado…

¿Nuevamente se estaba burlando de mi o lo decía en serio? Le vi acercarse y sentarse junto a mi, literalmente junto a mi, no dejaba de observar mi rostro lo que por cierto me provocó una inesperada taquicardia.

- Creí que estabas enfadado conmigo.

- No lo estoy.

- Pero el viernes…

- El viernes me pillaste en un mal momento…

- De todas formas yo lo s…

- Dije que no lo sintieras, Aria.

Bajé la mirada y volví a mirar al frente, de refilón pude ver que él miraba hacia el mismo punto que yo. El silencio nos envolvió a ambos y sentí que no podía quedarme con la duda.

- ¿Fue por lo que dije de haber matado a alguien? – sí, llámenme estúpida pero no podía quedarme callada. No me atreví a mirarlo esta vez, sólo esperé y añoré con el alma que esta vez no se parara y me dejase sola. Sentí su suspiro y supe que hablaría.

- Es una historia demasiado mierda de contar.

- Entiendo.

- No, no entiendes, pero mejor así.

Nos volvimos a quedar en silencio y entonces vi su blanca mano apuntar hacia la carta en mis manos.

- ¿Qué es eso? – me sentí enrojecer completa, traté de apartar el papel pero él había sido más rápido, arrebatándome la carta de las manos y estirándola frente a su rostro leyendo en todo su esplendor la palabra “perra”.

Oh sí, como si fuese lo más ideal que el chico que te gusta leyese el nuevo apodo que alguien ha decidido ponerte en la escuela. ¿Dije que me gusta? Ignoren eso, es decir, me gusta como es, sí, pero no es como si me gustase de… bueno, ya saben, eso.

- No es nada… seguro fue una broma de mal gusto.- añadí rápido, Ian me miró como si hubiese dicho algo especialmente tonto (al menos así me sentí) y luego volvió a mirar el papel.

- ¿Te lo han escrito a ti? – enrojecí.

- Ahá.

- ¿Cuándo?

- Hoy lo encontré en mi casillero…

Vi cómo Ian observaba el papel con la única palabra escrita en él como si fuese lo más interesante del mundo, comencé a sentirme incómoda.

- ¿Lo denunciarás? – preguntó de pronto. Negué vehementemente con la cabeza.

- No, nunca.

- ¿Por qué?

- Porque eso me traería problemas y no quiero que mis padres terminen hablando con el director, además es una simple carta, no es como si me fuese a morir porque me han llamado así…

- Pero no lo eres…

- ¿Eh?

- No eres esto…- apuntó el papel. Me pareció gracioso que alguien de apariencia tan… ruda como él, optase por no decir la palabra “perra”.

- Bueno, eso ya lo se, pero la gente puede pensar lo que quiera, me da igual.

- Me gusta como eres.- replicó él haciendo que el proceso de hiperventilación avanzase se manera peligrosa.

Aria, él ha dicho que le gusta como eres no que le gustas, no leas entre líneas, eso nunca termina bien.

- Gracias.

- No era un cumplido.

- Lo se.

Fue el (maldito) momento en que sonó la campana que supe que mi momento con Ian había llegado a su fin. Me paré del banco y él se quedó ahí sentado, observándome. ¿Había dicho que su mirada era increíblemente… potente? No, no me malinterpreten, no estoy diciendo que es como los chicos de las películas que son extremadamente guapos y con solo mirarte hacen que tengas ganas de desmayarte ahí mismo, no, con Ian era distinto, mirarlo era como… como saber que habían demasiadas cosas escondidas ahí por descubrir…

- Nos vemos…- dije luego de unos segundos en que no se me ocurrió nada más inteligente que añadir.

- Claro.

Comencé a caminar mientras mentalmente me reprochaba mi increíble retraso social, “Nos vemos”, ¿en serio? ¿Nada más creativo? ¿Nada que insinuase el verse al menos pronto?

Oh sí, Aria, vas muy bien en eso de interactuar con chicos de tu edad.

- ¡Aria! – entonces me volteé al escuchar su voz llamándome, lo miré, estaba de pie nuevamente junto al árbol.- Ignora a las chicas estúpidas…

Me quedé de pie sin saber que responder, así que sólo asentí con la cabeza antes de voltear y comenzar a correr, estaba demasiado lejos de mi próxima clase, debía apurarme si no quería llegar atrasada, el problema es que los pasillos estaban tan llenos que pronto me vi caminando igual que todos entre un tumulto de gente, pasaba por el aula de Física cuando sentí claramente en mi oído izquierdo.

- Estás advertida, Aria…

Me volteé y entonces vi pasar en sentido contrario del pasillo a un grupo de chicas, todas vestidas de porristas, una castaña con piernas kilométricas caminando unos tres pasos delante de todas, y entonces comprendí.

Esa debía ser Elizabeth.

¿En qué minuto había pasado a ser odiada por la capitana de las porristas?

8 comentarios:

  1. genial mas que genial me encanto muy interesante!att: paola andrea a

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  2. Upi! Un cap nuevo! La cosa se esta poniendo interesante( mas de lo qe ya es ). La verdad es qe siento un poco de pena por Arian! Le llueven los problemas! Sigo con la duda ¿Es Ian un fantasma? A medida qe avanza la historia tengo mas dudas! Qe zorras las porristas! ¿Qe se creen? Pfff me molesta la gente asi!

    Ohhhh casi me olvido! Amee este cap! No puedo esperar a leer el siguiente! No no hagas sufrir como con este! Un beso Magda! Cuidate :)

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  3. Leyendo el comentario anterior sera una gran twist que Ian fuera un fantasma, por un lado me gustaria y por el otro no. PEro pobre Aria ya tan pronto y teniendo problemas me gustaria saber si es por Ian o quien sabe por que, pero bueno me gustaria leer el sig. capitulo

    atte: aLeirBagPotteR

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  4. siiiii!! hello Ian... awww me encanta... creo que esta vez me has tomado por sorpresa con este rumbo de historia... por la descripcion de sobre tan tétrico pensé que era Ian... pero no se... en serio sera elizabeth? O.O o un fantasma enamorada de Ian... porque yo creo que el es un fantasma.... aunque por el bien mental de ella espero que no... increíble capi como siempre no decepcionan y atrapan mas...

    un abrazo y nos leemos a la próxima

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  5. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  6. Excelente cap!
    Ya quiero leer el siguiente cap!
    No me creo que Ian sea un alma en pena >_<
    Cada ves se pone mas interesente!
    Esperando el siguiente numero!
    Saludos!!

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  7. :O me has traído más incertidumbre.. cuando uno piensa que ya ha logrado ver por donde va la cosa.. vas y me sorprendes!! y me encanta!

    esperando ansiosa el próximo cap *-*!

    PD: me encanta Ian! me lo imagino así http://t3.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcSZODFhJ1byGT5yUoAet_tabWYmCWdYkzo7PmwkOdYnz87Yo_cgxw *.*

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  8. oh... soy feliz... por fin pude leer nuevamente...
    la vida de Aria si que se pone cada vez mas interesante, me necanta.... y en cuanto a lo de la tal Elizabeth.... como es eso q es pero a la vez no popular??? ademas q la carta se la merece es ella....

    soy yo o parece q las cosas con Ian van xo aun un poco confusas.....

    bueno espero poder continuar leyendote.... mientras hasta la proxima!!!

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