viernes, 24 de febrero de 2012

9.

Sí, ya se habrán dado cuenta que siempre comparo la vida real con las películas de Hollywood, es una manía que tengo, supongo que viene del hecho que hasta antes de llegar a Chicago mi vida social se reducía a mis padres y el perro del vecino que se podría decir que era casi mío porque siempre me lo encargaba para que lo cuidase e incluso me pagaba por ello, y bueno… como verán, una persona que carece de vida social tiene dos opciones: crearse amigos imaginarios o llenar su tiempo libre con películas y libros, decidí la segunda opción, suficiente ya me arriesgaba hablando con Max como para que mis padres me pillasen hablando con un amigo imaginario “de verdad”.

Bueno, y volviendo a eso de las películas, supongo que sí puedo darles el crédito por mostrar algo bien, y esas son las oficinas de los periódicos en lo caóticas y estresantes que las retratan. Desde que tengo memoria, papá ha trabajado en periódicos, nunca le gustó probar en televisión o radio, siempre dijo que lo suyo era el papel; en Canadá trabajó por siglos en el National Post, primero de columnista, luego lo pasaron a reportajes y así… hasta terminar de editor, por lo que desde pequeña que estaba acostumbrada a visitarlo en su oficina y cruzar todo un piso de gente apurada, sujetos con enormes cámaras, secretarias hablando por dos teléfonos al mismo tiempo y así… aunque debo decir que el National Post se quedaba chico al lado del Chicago Times.

Salir del ascensor, pasar la recepción y sentir que estás en una extraña mezcla entre Alicia y el País de las Maravillas y la Bolsa de Wall Street, todos hablando por celular, todos hablando en voz alta, gente caminando hacia un lado, sujetos sosteniendo mágicamente tres cafés en sus manos, un chico repartiendo correspondencia, teléfonos sonando, llamadas a viva voz. Tuve que hacer reales acrobacias para llegar hasta la oficina de papá sin que alguien no vertiese un café encima mío –o al revés- pero por suerte logré llegar ilesa. Había hablado con mi padre sobre visitarlo y me había dado una hora para hacerlo el jueves, sí, cuando se es Editor en Jefe del periódico más importante de Chicago hasta su hija debe pedirle cita con anticipación.

- ¿Qué tal la escuela?

- Bien…- respondí sentándome frente a su escritorio, observándole ordenar unos papeles. Papá siempre había sido guapo, aún para sus 48 años debía decir que lucía realmente bien, delgado, con unas insipientes entradas de frente, cabello oscuro de parte de la familia italiana con algunas canas, ojos vivaces y atentos, en cierta forma comprendía que mamá se hubiese enamorado de él a los pocos días.

- Dijiste que querías pedirme un favor… - como siempre mi padre iba al grano.

- Ahá… quería saber si… podía revisar algunos de los archivos del diario… - arrugó el ceño y me miró unos segundos.

- ¿Y qué hay de Internet?

- No está todo…

- ¿Qué año buscas?

- 2002- respondí sintiendo por alguna razón que las manos me sudaban de manera anormal.

- ¿Es por alguna tarea de la escuela? – preguntó mientras tomaba un lápiz y comenzaba a anotar.

- Algo así…- respondí evasiva.

- Bien…- dijo tendiéndome el papel.- Ve con este papel a la oficina de Matthew Nayner, este mismo pasillo, último cubículo a la izquierda, él te llevará a la biblioteca de archivos y te puede ayudar con eso…

- Gracias, papá.

- Cuando hayas terminado, me avisas, ¿ok? – preguntó levantándose y tomándome por los hombros mientras ambos salíamos de su oficina.

- Está bien…

- ¿Qué es lo que buscas, de todos modos?

Enrojecí, en parte porque no era como si fuese tan fácil decirle que al parecer en la misma escuela en que él me había inscrito habían muerto tres estudiantes hacía algunos años.

- Algunas cosas de la ciudad…- respondí fingiendo estar interesada en el ajetreo de la oficina y no en la conversación.

- Bien. Debo seguir en lo mío… nos vemos, Aria.

- Nos vemos, papá…

Miré el papel y comencé a caminar por el pasillo hasta dar con el cubículo indicado, ahí sentado tras un escritorio, un chico demasiado joven como para trabajar en un periódico me observaba expectante.

- ¿Te puedo ayudar? – preguntó golpeando el lápiz contra el escritorio.

- Sí… verás… mi padre me ha dicho que tú…

- ¿Tu padre? ¿Quién es tu pad…

- Oscar Carpanetti…

Sí, había visto esa misma reacción cuando por alguna razón me iba a meter al periódico en Toronto y se enteraban que yo era su hija, abrían los ojos, me miraban unos segundos y añadían la odiosa frase de: “no se parecen en nada”, ¿qué no se daban cuenta lo completamente nefasto que era recibir una frase como aquella? aunque lo peor es que tenían razón, mi padre y yo no nos parecíamos en nada, si no fuese porque realmente había visto fotos de mi abuela Elo de joven y había comprobado lo parecidas que éramos, realmente me hubiese planteado la opción de haber sido adoptada.

Luego de explicarle lo que quería se levantó de un salto de su escritorio y me pidió que lo siguiera, parecía realmente contento de tener algo que hacer, por el camino me explicaba que era estudiante de periodismo y estaba haciendo su primera práctica, comprendí entonces su emoción, generalmente a los practicantes de primer año sólo se les pedía ordenar archivos y servir café, así que supuse que ir a la biblioteca de archivos era algo así como lo más emocionante de su día.

- Aquí es…- dijo abriendo una puerta a una inmensa sala rectangular llena de estanterías con cajas.- En esta sección tenemos todas las ediciones de papel del Chicago Times desde el año 2000.

- Wow… - comencé a caminar y a leer las clasificaciones.

- ¿Año 2002 me dijiste? – preguntó a mis espaldas.

- Ahá…

- ¿Mes en particular?

- Julio… y Agosto… por ahora…

Me volteé y le vi sacar una enorme caja de uno de los estantes antes de caminar con ella hasta el fondo de la sala donde un pequeño escritorio con dos sillas. Dejó la caja y nos miramos unos segundos.

- ¿Quieres que te ayude a buscar algo en particular? – Lo pensé un poco, con su ayuda seguro terminaría mucho antes de revisarlo todo y si no salía lo suficiente, siempre podía acudir a mi plan B.

- Uhm… busco una noticia sobre unos… asesinatos… - vi el destello de una sutil sonrisa antes de abrir las cajas y mirarme intensamente.

- ¿Te van las historias de crímenes? – preguntó. Me hubiese reído si no fuese porque me sentía demasiado nerviosa sobre lo que podía estar a punto de averiguar.

- Sucedió el 15 de Julio del 2002…

- Bien, entonces empecemos con estos….- sacó un lote de periódicos y sacó exactamente el del 15 de Julio, ahí, en los titulares de primera plana pude leer con claridad: “Cuatro personas asesinadas en secundaria Creeks”.- ¿Este es tu titular? – preguntó Matthews apuntando exactamente donde yo leía.- ¿Qué es lo que te interesa de todo esto? – volvió a inquirir mientras abría el periódico y mi ansiedad aumentaba- Estos crímenes estremecieron a todos, ¿sabes? – comentó- Yo asistía a St. Benedict cuando pasaron… siempre se decía que si ibas a Creeks de noche te encontrarías con los fantasmas de los cuatro…

Por primera vez presté real atención a Matthew y dejé de preocuparme por el periódico en sus manos, él había dicho el nombre de una escuela que por alguna razón me era familiar, en esos pocos segundos obligué a mi mente a recapitular conversaciones con mis padres en Toronto, varias habían sido las escuelas en las que ellos habían tratado de convencerme a entrar, pero yo había insistido que no entraría a ninguna privada y así había terminado en Creeks, una de las escuelas públicas más grandes de Chicago. Aún me encontraba haciendo el catastro mental cuando una frase saltó en mi mente…

“He estado en St. Benedict, Ashbury, y como ves, Creeks ha sido mi tercera parada…”

La voz de Ian se escuchó clara en mis recuerdos, él había estado en St. Benedict antes de llegar a mi escuela.

- Bueno, ¿vas a leer o no? – pestañeé un par de veces y vi a Matthew tendiéndome el diario donde el mismo titular de portada acompañada de una escalofriante foto le seguía.- Dos de los chicos que murieron habían sido alumnos en mi escuela…- lo miré, interesada.

- ¿Te refieres a Weismann? – él alzó las cejas y asintió.

- Él y su hermano…- arrugué el ceño y me volví hacia el periódico en búsqueda de los nombres- Pero vi las iniciales y…

- Eran hermanastros…- aclaró- De hecho recuerdo a uno de ellos, James, era miembro del equipo de futbol… bastante querido, los del equipo fueron los que más extrañaron su partida.

- ¿Y qué hay del hermano? – de pronto Matthew parecía una fuente mucho más interesante que el diario en mis manos.

- Benjamin era un perdido… alcanzó a estar poco en St. Benedict… era la oveja negra de la familia al parecer…

La historia no calzaba, Ian había hablado de la muerte de un hermano, no dos, la tercera víctima había sido una chica, además de un adulto. Miré el diario y luego a mi acompañante.

- ¿Cómo es que murieron?

- ¿No preferirías leer? De todas formas la historia se distorsionó bastante…

- ¿Cómo así?

- Bueno…- se encogió de hombros- No se… las historias que llegaron a St. Benedict es que se supone que ellos se quedaron después de la escuela, discutían por algo, mi primo Carl, que era compañero de Benjamin me contó esa vez que los vio discutiendo ese día en pleno pasillo… y bueno, mientras lo hacían se supone que se colaron en la escuela un par de drogadictos queriendo asaltarlos, al resistirse mataron a James y…

- ¿Y...?

- La policía nunca lo confirmó pero todos decían que Benjamin mató a uno de los drogadictos… - abrí los ojos sorprendida.- De hecho les llevó semanas quitar la sangre del cemento en ese pasillo me contó Carl…

- Espera, espera…- dije alzando las manos y tratando de controlar el estúpido zumbido que había aparecido en mis oídos con la historia- Estás olvidando algo, la chica… murió una estudiante ese día también.

- Helene Finken, la novia de James.

- ¿Y qué se supone que hacía ella ahí?

- La policía infiere que había quedado de juntarse con James en ese lugar y llegó en el momento justo en que los drogadictos arremetían contra los chicos…

- ¿Entonces murió luego de James?

- Supongo…

- ¿Y quién mató a Benjamin entonces?

Por alguna razón esa enorme e inhóspita sala parecía haberse transformado en un gigantezco cubo de hielo, si bien estaba acostumbrada a enfrentarme a fantasmas con las más cruentas historias de muerte, desde envenenamientos hasta atropellos nefastos, asesinatos y revanchas, por alguna razón esta historia en particular me producía una sensación muy parecida a un imaginario líquido helado bajando por toda mi columna vertebral, llenándome de una sensación de desazón imposible de explicar.

- Él no fue asesinado… se suicidó ahí mismo al ver los cuerpos de las tres personas…

Tragué saliva en grueso al reconstruir en mi mente una escena tan macabra como esa. Imaginé a Benjamin viendo a su hermano y la novia de él muertos, asesinados frente a él, luego al drogadicto que él mismo había matado…

- ¿Y qué pasó con el otro sujeto? ¿El otro drogadicto? – Matthew tomó el diario de mis manos y comenzó a leer con rapidez las columnas mientras yo volvía a reconstruir la historia que acababa de escuchar.

- Aquí dice que huyó…

- ¿Y nunca lo encontraron?

- No lo se… luego nadie quería hablar mucho de eso… - me miró uno segundos- Si quieres puedo sacarle copia a estas páginas… mientras revisas tú los periódicos de los días siguientes, fue una noticia que impactó bastante, infiero que no fue la única vez que salió en el Chicago Times.

Asentí y pronto me quedé sola, hojeando los diarios de cada uno de los días sucesivos de Julio, nada hasta el 18 de Julio, el día en que se efectuaron los funerales de los tres estudiantes muertos, esta vez identificados con sus nombres completos, Helene Finken, Benjamin Weismann y James Somers. Suspiré mientras mis ojos vagaban con rapidez leyendo la noticia y creando el rompecabezas que poco a poco comenzaba a tomar forma aunque con una inmensa laguna en medio. Sentía que faltaba la pieza principal ahí y no podía dar con ella.

Luego de agradecerle infinitivamente a Matt por su ayuda y pedirle su celular para futuras investigaciones, me despedí de papá y salí con rumbo a casa sintiendo una extraña sensación en la mitad del pecho. ¿Cómo era posible que cuatro asesinatos se hubiesen sucedido en un pasillo de Creeks y ni siquiera hubiese un recordatorio en memoria de aquellos estudiantes? Tomé el metro, me bajé en la acostumbrada estación a unas cuadras de casa, aún no era demasiado tarde por lo que caminaba con tranquilidad, o es que quizás necesitaba sentir el desplazamiento de mis pies y el viento en mi rostro para aclarar la extraña historia que venía dando vueltas en mi mente.

Llegué a casa y el usual silencio me dio la bienvenida. Dejé mi mochila, saqué un sándwich, un vaso de jugo de la nevera y tomé el teléfono, debía llamar a alguien de Chicago que hubiese estudiado desde el inicio en Creeks, así como sus hermanos.

- ¿Hola?

- Patrick, soy yo, Aria.

- Ah… hola, Aria, ¿qué tal? ¿por casualidad no está Leighton contigo? Desde el episodio “te acabo de llamar ‘loca’” que ha estado jugando a la…

- Patrick, necesito preguntarte algo.- le interrumpí, sentí en silencio la línea unos segundos, parecía haber captado que lo que le hablaría era más o menos serio.

- Pregunta.

- ¿Qué sabes de la muerte de esos estudiantes el 2002?

- ¿Quién te contó de eso, Leighton?

- ¿Qué sabes?

- No mucho… lo mismo que todos, supongo… mi hermano Ryan iba en Creeks, de hecho era compañero de equipo de uno de los chicos…

- James.- solté.

- No sé, supongo que ese era su nombre… ¿Y a qué va tanta pregunta al respecto? Te aviso desde ya que no es un tema de almuerzo en Creeks, de alguna forma todos prefieren olvidarlo…

- ¿Por qué? – pregunté curiosa.

- No es como si fuese muy agradable ni ayudase demasiado en la promoción de la escuela el que tres estudiantes hayan muerto, Aria. Los asesinatos no llaman precisamente a los padres a meter a sus hijos a los colegios…

- ¡Pero aún hay un chico cuyo hermano murió ahí! – exclamé entrando a mi habitación, haciendo malabarismos con el vaso de jugo, el plato con el sándwich y el teléfono sujetado entre mi oreja y mi hombro.

- ¿Hermano? ¿Hermano de quién?

- De uno de los chicos que murió, Ian me cont…

- Aria, eran dos hermanos y por lo que recuerdo Helene era hija única… de hecho por eso impacto tanto a mis padres, recuerdo que no paraban de repetir esa cosa sobre qué ocurriría si en una noche perdían a todos sus hijos…

Y nuevamente la sensación de un líquido muy helado bajando por mi cuerpo, pero esta vez con una avalancha de pensamientos y conclusiones que hicieron que el vaso prácticamente se resbalara de mi mano como jabón y fuese a dar al piso en picada. Así como toda la adrenalina que se disparó en mi cuerpo al abrirse esa revelación en mi mente.

- ¿Aria estás bien?

- Ha llegado mamá…- mentí- Te llamo luego… Adiós…

- Vale, adiós.

Miré a mis pies el jugo completamente desparramado sobre la alfombra, dejé el plato sobre el escritorio mientras buscaba casi a tientas un lugar para sentarme. De pronto me sentía realmente enferma y estúpida. ¿Cómo no lo había pensado? ¿Cómo podía haber sido tan idiota para no haberme dado cuenta antes? ¿Cómo había permitido… engatusarme al modo de cegarme y no ver la verdad frente a mis ojos?

Ian Weismann era un fantasma.

El chico que me gustaba era un fantasma.

“Benjamin era un perdido… alcanzó a estar poco en St. Benedict… era la oveja negra de la familia al parecer…”

Ian debía ser Benjamin… casi no había duda de ello.

7 comentarios:

  1. OMG! Wow, este cap me ha dejado sin palabras. Has vuelto con todo, eh? Debo decir que un parte de mí siempre ha sabido que Ian era un fantasma & al parecer es así. Me he puesto mal por Arian (me gusta llamarla así xD) teniendo los problemas que tiene, le sumamos que el chico que le gusta es un fantasma. Es una poco jodida la vida de esta chica. Ian es una fantasma raro,por qué nunca dio a conocer que él era un fantasma? Osea, todos los fantasma que Arian conoce siempre le piden ayuda, por qué él es la excepción? Todavía hay algo que no me cierra con respecto a él.
    Creo que no te he dicho que eres super requeterecontra fantástica no? Pues ya te lo dije! No sé cómo logras atraparme con cada historia tuya. No serás una bruja que hace que cada cosa que escribas sea lo más, verdad?
    No hagas caso a la última oración, estoy divagando :P .
    Bueno pues creo que es todo, me estaré olvidando algo, pero ahorita mismo no me acuerdo xD

    Nos leeremos en el siguiente cap! Un beso Magda! Cuidate :D

    PD: Creo que me he extendido o.o

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  2. OMF!!! que tipo de capítulo es este??? me dejaste en shock, no lo puedo creer!!!!! estuvo genial, espero que la historia continue, espero con ansias locas el próximo capítulo!!!!

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  3. O.O
    m has dejado atonita, osea de veras, una cosa es pensar lo q puede pasar y otra diferente es realmente saber lo q es, Y eso de saber q Ian es un fantasma, o mas bn darse cuenta q realmente lo es, es una shock bastante fuerte. Algo q me deja pegada al techo al hacer q mi vente divage en lo q puede pasar ahora. Y es q cual va a ser la reaccion de Aria cuando se de hable con el, q va a hacer Ian cuando ella le diga, y lo q ellos conlleva. ademas ahora q lo pienso me pregunto el xq el se cambio el nombre.....

    una y mil preguntas q se vienen a la cabeza!!!!

    como siempre me encanto el capitulo y me alegra mucho poder seguirte en esta como en tus otras historias!!! hasta la proxima

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  4. Algo asi me imaginaba que Ian iba a ser un fantasma, pero lo que no me imagine era la historia que habia de fondo sobre su muerte, eso si que me impacto!!

    Me da mucho gusto que hayas vuelto a retomar la historia porque esta muy buena y quiero saber que va a pasar con los personajes, en especial ahora que Aria sabe que Ian es un fantasma.

    atte: aLeirBagPotteR-BasS

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  5. Perdon por no haberte dejado un comentario cuando lo lei... pero bueno... el punto es que aqui esta...
    esta de mas decir lo grandiosa que me parece esta historia... y mucho mas el capitulo aun saber que >u< lo sabiaaaaa... sabiaaaaaa que eso era bastante probable... pero no me parece decepcionante... nada que ver... lo vuelve diferente irreal e increible... owww ya amo mucho mas esta historia.. y de corazon deseo que sea posible una nueva actualizacion... que decirte... muero por saber que va a pasar ahora... lamentablemente no me puedo extender mas... ¬¬ tengo examen mañana... =,= y una de las clases mas odiosas de mi carrera... pff... bueno MAK un abrazo... y animo en todo si?... nos leemos de ratos...

    att. Marielos Maradiaga

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  6. Atónita no alcanza para describir cómo estoy ahora! Ya me imaginaba que asi venía la cosa, pero leerlo es impactante! Espero el siguiente capítulo más que ansiosa :)

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  7. Lloro ;__; jajajajaaj claramente, me puse a leer en vez de estudiar :/. De todas formas, empecé a sospechar que Ian era un muerto como en el cuarto capítulo por ahí XD Y cuando empecé a leer este me dije: "Aquí es donde lo descubre" Ogh, es tan trágico que esté muerto. Yo creo que Aria igual se va a enamorar de él XD. Y él sabe que ella puede ver gente muerta porque sabe que está muerto, así que si él se suicidó.. Gosh xD Ya quiero saber qué es lo que pasa!

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